Cuidar de una orquídea en flor tiene algunas diferencias con respecto a cómo cuidar una planta durante la latencia. El cumplimiento de las reglas le permite extender el período de formación de inflorescencias.
Características del cuidado de las orquídeas en flor
Manteniendo un microclima
Durante el período de florecimiento de una flor de interior en el hogar, es importante mantener un microclima que promueva el proceso de formación de brotes.
Un lugar
Durante la etapa de expulsión, la maceta debe estar en una ubicación permanente. Cuando aparecen los brotes, el contenedor de la maceta no se mueve ni gira: cualquier movimiento de la flor conducirá a una situación estresante y a una reducción en la brotación.
Encendiendo
Para el período de formación del color, se crea una iluminación abundante pero difusa para que la luz solar directa no caiga sobre la planta.
Para la formación abundante y a largo plazo de inflorescencias, la falaenopsis en el hogar crea una luz diurna que dura al menos 12 horas. Otras variedades de orquídeas requieren tiempos de iluminación ligeramente más cortos, hasta 8 horas.
En climas fríos, los phytolamps ayudan a proporcionar una flor de hogar con la iluminación adecuada. La dirección de la luz desde el phytolamp directamente al pedúnculo desechado hace posible lograr la gemación en invierno.
Régimen de temperatura
El régimen de temperatura en el proceso de cuidado de una planta de interior con flores depende de su variedad. La diferencia en las temperaturas diurnas y nocturnas es requerida por todos: esto activa el proceso de formación de brotes.
Humedad y riego
Durante la etapa de floración, la orquídea se riega con más frecuencia que durante los tiempos normales, al tiempo que evita que el líquido se estanque en la maceta. El exceso de humedad inhibe el desarrollo del brote y a veces conduce a la pudrición de la raíz.
No puede inundar la orquídea
Riego durante la gemación implica:
- uso de agua ablandada a temperatura ambiente, si es posible - lluvia o derretimiento,
- contacto directo con raíces de plantas, evitando follaje y flores,
- alternancia de riego con inmersión y remojo; al remojar, el pedúnculo se coloca en la superficie del agua, evitando que la humedad ingrese al punto de crecimiento.
La necesidad de riego está indicada por las raíces secas de la orquídea, que adquieren un color gris claro. Las raíces verdes significan que todavía están húmedas.
La pulverización desde una botella de spray ayuda a crear el contenido de humedad requerido (al menos 70%) para la flor. La orquídea en flor se rocía para que el agua no drene en el núcleo de la inflorescencia.
Fertilización
Al cuidar una orquídea en flor, se recomienda aplicar complejos de fertilizantes que contengan fósforo y potasio. La frecuencia de fertilización es de una sola vez, con un intervalo de 2-3 semanas. Una característica de fertilizar una flor durante la gemación es lavar el sustrato en una maceta con exceso de sales minerales. Esto se hace después de una semana después de aplicar el complejo de fertilizantes al echar una ducha sobre el suelo. Se vierte el agua escurrida en la sartén.
Soporte del pedúnculo
Bajo el peso de una gran cantidad de inflorescencias, en el proceso de floración abundante, el proceso de floración a veces se dobla y se rompe. Para apoyarlo, use soportes de flores especialmente diseñados. El proceso de floración se fija en el soporte con una pinza para la ropa o un alambre floral, cordón denso, hilo.
Trasplante y poda de pedúnculos
Una orquídea en la etapa de floración se trasplanta en casos excepcionales: cuando la planta está amenazada de muerte. El estrés generado durante el trasplante de orquídeas se minimiza colocando la planta en un área sombreada. Esto le da a la orquídea un descanso del procedimiento.
Después del final de la gemación, cuando el proceso de floración se vuelve negro y se seca, se retira, cortando a la base, lo que hace posible que se desarrolle uno nuevo. Si el pedúnculo permanece verde, no se corta: se pueden formar nuevos brotes.
Conclusión
El cuidado de una orquídea durante y después de la floración tiene sus propias características. Si cuida una flor de interior floreciente, observando las reglas básicas, creando condiciones cómodas para ella, es posible activar el proceso de aparición de inflorescencias, extender la duración de la brotación y garantizar la posterior expulsión de las flores.